Cerámica. Técnicas y materiales                         MUVEP

Historia.

La historia de la cerámica va unida a la historia de casi todos los pueblos del mundo. Abarca sus mismas evoluciones y fechas y su estudio está unido a las personas que han permitido el progreso de este arte. La palabra cerámica deriva del vocablo griego keramos, cuya raíz sánscrita significa "quemar". En su sentido estricto se refiere a la arcilla en todas sus formas. Los pueblos de la era actual que iniciaron la elaboración de cerámica con técnicas sofisticadas y cociendo las piezas en hornos, fueron los chinos. Desde China pasó el conocimiento hacia Corea y Japón por el Oriente, y hacia Occidente por Persia y el norte de África hasta llegar a la península española. En todo este recorrido las técnicas fueron variando. Esto fue debido a variantes: una de ellas se debió a que las arcillas eran diferentes, por ejemplo, en China se utilizaban sobre todo la porcelana y el gres, mientras que en Occidente estas arcillas no se encontraban. Otra de las diferencias fue la influencia del Islam, y sus visiones de la decoración y las diferentes maneras que se utilizaban para la cocción.

El valor pedagógico de la cerámica.

Las materias plásticas como el barro, la arcilla, la cera, se relacionan directamente con el sentido del tacto y la afición al modelaje. Cualquier persona, con tal que sea normalmente receptivo, y más que nadie lo es el adolescente, tiene en sí el deseo y la facultad de labrar esa masa informe. Por su ductivilidad, la arcilla es una materia que lleva fácilmente a que se modele superficialmente y sin orden. Por eso, siempre que se trate de modelar barro, tendremos que controlar el desarrollo de la obra más estrictamente que si se tratara de cualquier otra materia. Cuando, con el tiempo, hayamos adquirido cierta experiencia, tanto en lo que se refiere al conocimiento de la materia como a sus posibilidades figurativas, entonces nos será posible dar a los objetos usuales formas racionales y agradables. Crear por tanto es ordenar y al contrario, cuando ponemos orden en la materia estamos creando. La cerámica si se utilizara a edades muy tempranas sería un instrumento muy positivo que ayudaría a conjugar la libertad del proyecto personal con la tarea orientada y realizada en común, favoreciendo el desarrollo de una positiva socialización, además de llevar la agresividad hacia una actitud creativa. Asimismo la cerámica ayudar a crear actitudes sociales de limpieza, elimina frustraciones, corrige errores y aleja las actitudes negativas.

El trabajo con el barro o arcilla, proporciona un medio pedagógico muy enriquecedor donde el joven podrá desarrollar aspectos muy diferentes de su persona. La obra cerámica como obra creativa favorece la autoafirmación personal del joven, al encontrarse motivado para explorar el mundo a través de unos materiales muy cercanos a él y consiguiendo un desarrollo armónico de sus capacidades intelectuales. Con el barro, igualmente, se puede hacer realidad la imaginación; construir, deshacer, realizar... es al mismo tiempo un gran auxiliar en el campo de otras asignaturas: las ciencias naturales, la química y las reacciones entre sí de los elementos, la geología, la mineralogía, así cómo la de conocer la evolución a lo largo de los siglos a través de los vestigios de la cerámica de los diversos pueblos, que en general siempre estuvieron unidos al barro. Desde el punto de vista artístico, el arte y como medio la arcilla, contribuye de manera muy profunda al perfeccionamiento de las personas, de los individuos. Cuando se toca la arcilla, el tacto, los procesos de manipulación, acabado final y cocción, nos da una forma que cobra cuerpo ante el joven: su trabajo está allí como resultado final de todo un proceso, la arcilla se ha endurecido, los colores afloran a la superficie y son indelebles. El fruto de todo su trabajo lo tiene entre sus manos, ha adquirido dureza, entidad, y ante sus ojos se muestra con toda su extensión de realidad, color y forma.

Técnicas y materiales.

La arcilla es una clase especial de tierra, formada por la descomposición de rocas mediante la acción de los agentes ambientales. Dependiendo de la forma de trabajar, de los procesos seguidos y de los materiales que se mezclen en la  composición final,  podemos encontrar:

§         arcilla cocida.

§         arcilla esmaltada.

§         mayólica.

§         gres.

§         porcelana.

§         loza.

§         Raku.

Para la cerámica llamada gres se utiliza una arcilla no calcárea y sal. Otro material importante para la porcelana  es el caolín mezclado con cuarzo y feldespato. También se emplea el polvo de alabastro y mármol. Para las porcelanas se utilizan también los óxidos de potasio, magnesio y aluminio. Para el Raku el cuerpo arcilloso debe contener chamota (30%), así cómo otros materiales que contribuyan a que sea más porosa y que por lo tanto permita mejor los cambios bruscos de temperatura que va a sufrir la arcilla. El gres bizcochado a baja temperatura o las pastas refractarias, también son adecuados para el Raku, pudiendo aumentar su porosidad añadiendo talco o chamota. El equilibrio entre plasticidad y resistencia al choque térmico es siempre esencial.

Para el modelaje, las manos sólo necesitan la ayuda de unas pocas herramientas muy sencillas:  además de una bolsa de plástico para conservar la humedad, y una tela para aquella arcilla que se haya resecado excesivamente.

Las técnicas de trabajar la arcilla, son muy elementales. Mediante churros, con planchas o técnica mixta. Ver imágenes:

           

Posteriormente podemos decorarla mediante diversos y variados procedimientos: relieves, bajorrelieve, incrustaciones, perforado, grabado, engobes, esmaltes, y posteriormente con colores al tercer fuego, siempre sobre un esmalte. Alguno de los ejemplos del museo:

                                                                   

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